La nanotecnología está diseñada para usar la materia a escala nanométrica, creando objetos tecnológicos con una medida inferior a los 100 nanómetros donde un nanómetro es una milmillonésima de un metro. Un ejemplo claro de estas creaciones son los nanomateriales como fibras o tubos, que con el paso del tiempo han ido encontrando aplicaciones para áreas como la salud, la electrónica, la informática, los textiles y, específicamente en este caso, la protección ambiental.
Debido a que el uso de la nanotecnología es reciente, las propiedades de los nanomateriales no están en todos los casos bién identificadas, por lo cual es necesario realizar valoraciones de los riesgos a las posibles reacciones fisicoquímicas que surjan en la elaboración o uso de nanomateriales.
Uno de los grandes logros en estas tecnologías fue realizado por el Instituto Max Planck de Sistemas Inteligentes (Alemania) y el Institut de Bioenginyeria de Barcelona (IBEC), quienes desarrollaron un microrobot de grafeno, auto-propulsado por una reacción química que posee la capacidad de eliminar el 95% de plomo en aguas contaminadas con este metal.
El mismo equipo de investigación creó un primo del microrobot con la capacidad de absorber colorantes, este invento podría ser útil en la industria textil. Los microbots tienen una forma de cono y cuentan con una lámina de platino en su interior que actúa como catalizador, además se propulsa cuando las aguas oxigenadas entran en los tubos y se convierten en burbujas. Las perspectivas de este proyecto son las de crear diferentes microbots para eliminar metales pesados como arsénico o mercurio entre otros en aguas contaminadas por la industria metalúrgica.
Otro proyecto destacado es el realizado por la startup Laurentia Technologies que, en la búsqueda de economías circulares en las industrias, utilizan residuos de cáscara de arroz o celulosa que, a través de un proceso químico, encapsulan óxidos metálicos como nanosílices. El proyecto también reutiliza escorias de alto horno donde se extraen nanomateriales con poder fotovoltaico y propiedades descontaminantes y biocidas.
Los grandes avances y adelantos tecnológicos en la nanotecnología están cambiando y afectando sustancialmente diferentes áreas de la ciencia. Las posibilidades para el progreso humano con la creación y el uso de nanomateriales en sectores como la medicina, el agro, la industria alimentaria, las energías renovables y el medio ambiente, son multitudinarias.
Sin embargo es importante no solo valorar los beneficios. Es necesario y urgente evaluar los posibles riesgos producidos por la generación y uso de nanopartículas. Además es fundamental crear acuerdos y regulaciones adecuados a los diferentes procesos afectados con estas nuevas tecnologías.
Mauro Sastoque Campos
Periodismo Digital
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