1) Dicha iniciativa no procede de una discusión rigurosa ni científica, socializada con organizaciones académicas, ambientalistas o comunitarias. Ese desconocimiento al derecho de participación en asuntos ambientales contemplado en el artículo 79 de la Constitución Nacional, favorece finalmente las intenciones de las multinacionales del sector minero-energético.
2) La urgencia con la que se pretende aprobar esta decisión a pocos días de su divulgación, impide la discusión y prende las alarmas frente al futuro de los proyectos de gran minería en ecosistemas esenciales como el páramo de Santurbán, haciendo más laxos los trámites de licencia ambiental de varios de ellos, a pesar de no contar con la licencia social de la mayoría de comunidades del departamento.
3) Cualquier iniciativa que flexibilice la rigurosidad ambiental, el derecho a la oportuna información de las comunidades y a la participación ciudadana, aumenta considerablemente el riesgo de impactos graves a fuentes hídricas superficiales y subterráneas. El trámite de licencias ambientales son la única garantía que tienen las comunidades de informarse completamente sobre los impactos de proyectos minero-energéticos.
Vale recordar que en medio del trámite de la licencia ambiental del proyecto de minería a cielo abierto denominado Angostura, de propiedad de la empresa Greystar, hoy EcoOro, se conformó el Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, reconocido a nivel nacional e internacional por su liderazgo en la defensa del patrimonio hídrico y ecológico de estas y las futuras generaciones de santandereanos.
Llamamos a todos los defensores del agua, académicos, sectores sociales, sindicales, juveniles y políticos, a ponernos nuevamente en estado de alerta en la defensa de nuestro páramo de Santurbán y demás ecosistemas esenciales amenazados por estas nuevas medidas gubernamentales de licencias express.
Bucaramanga, 24 de Septiembre de 2014
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Almería ha determinado la utilidad de la silicona para detectar la presencia de contaminantes procedentes de la combustión de combustibles fósiles, como la que producen los coches. Los expertos evalúan cinco posibles captadores de estos agentes nocivos y establecen un método barato, que no perjudica la actividad de la colmena, para medir la calidad del aire a unos ocho kilómetros a la redonda.
En los últimos años, se viene discutiendo la importancia de crear una ética, tanto en la creación como en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el entorno digital. La importancia de este tema quedó patente durante el 2º Foro Mundial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, celebrado los días 5 y 6 de febrero de 2024 en Kranj, Eslovenia, donde se congregaron científicos, expertos, especialistas y empresarios. En el evento se compartieron múltiples experiencias que buscaron integrar las perspectivas del sector privado, el académico y la sociedad en general, con miras a establecer una normativa ética global que regule la creación de un ecosistema de IA responsable, en beneficio de toda la población.
Los expertos advierten del impacto del uso del suelo en la capacidad de retención y recarga de los acuíferos. Los cambios en el paisaje, especialmente en las cuencas hidrográficas, están alterando la tasa de infiltración de la precipitación, afectando directamente la cantidad y calidad del agua disponible para consumo humano y otros usos.
La FAO presentará sus principales iniciativas para la gestión sostenible de suelos en la región, como el mapa mundial de nutrientes suelos, el protocolo de evaluación del manejo sostenible de los suelos, el programa Doctores de Suelos, y los proyectos SOILFER, en Guatemala y Honduras, y SOILCARE en el Caribe.
Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según el organismo, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas indica que en 2022 se produjeron un total de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que supone un 82 % más que en 2010. Según el documento, esta cifra va camino de aumentar un 32 % en 2030 si no se toman medidas.