La alta concentración de personas y el bajo nivel de planificación presentan una serie de desafíos urbanos que no son nuevos: viviendas precarias, falta de acceso a servicios básicos, altos costos de alquiler, pocas instalaciones de recreación pública, dificultades en la movilidad urbana, seguridad, entre otros. Además, el 87,7% del déficit cuantitativo de viviendas de Brasil se encuentra en zonas urbanas.
El uso de tecnologías de forma integral en las ciudades puede ayudar a aumentar los indicadores de calidad de vida en un 10% a 30%. Como lo son las ventajas de las ciudades inteligentes para ganar eficiencia y ofrecer mejores servicios a la población. Sin embargo, solo el 18% de los municipios tienen un plan o proyecto de ciudad inteligente, lo que refleja el enorme potencial que se debe explorar en Brasil.
Negocios innovadores en gestión urbana
Estas innovaciones son fundamentales para mejorar el desempeño de las intervenciones públicas y el servicio al ciudadano. Varios programas financiados por el BID en Brasil ya consiguieron integrar nuevas tecnologías con resultados muy prometedores. Los proyectos incluyen componentes como la identificación de fugas de agua en la red de abastecimiento por medio de sensores fónicos para reducir drásticamente la cantidad de pérdidas de agua; se ha implementado sistemas de gestión de pacientes por técnicas de telemedicina permitiendo identificar las fallas y focalizar los recursos para quienes lo necesitan; etc.
Durante este evento, pudimos demostrar un gran beneficio al acercar los startups brasileros a nuestros socios en los municipios, quienes pudieron aprender sobre soluciones innovadoras con potencial para ayudar a responder a los diversos desafíos que enfrentan actualmente las ciudades. Esta exitosa experiencia en São Paulo nos anima a seguir buscando oportunidades para conectar a los desarrolladores de América Latina y el Caribe con gerentes urbanos en busca de soluciones innovadoras para una gestión urbana más inteligente.
Escrito por: Clementine Tribouillard, Mauricio Bouskela, Jason Anthony Hobbs y Dalve Soria
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabajamos para mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Ayudamos a mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad. Nuestro objetivo es alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Con una historia que se remonta a 1959, hoy somos la principal fuente de financiamiento para el desarrollo para América Latina y el Caribe.
El equipo de PROMICON señala el camino hacia una bioeconomía sostenible a través de un informe de recomendaciones políticas y una campaña en redes sociales.
Un proyecto que cuenta con el apoyo de la organización para las migraciones enseña a peruanos y venezolanos técnicas de cocina y también cómo lanzar sus propios negocios gastronómicos. Después de estos cursos, algunas personas se insertan en el mercado laboral y otras generan nuevos emprendimientos.
La región de América Latina y el Caribe (ALC) se encuentra en una encrucijada entre la sostenibilidad ambiental y el desarrollo inclusivo, donde la gobernanza pública aparece como una pieza clave en la transición hacia una economía verde y más equitativa. En un contexto marcado por las desigualdades existentes, restricciones fiscales y una creciente desconfianza ciudadana, surge la pregunta: ¿Cómo se desempeñan nuestras administraciones públicas en estas áreas vitales para nuestro desarrollo económico y social?
Según los resultados, en la medición global la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se ubicó en el puesto 1.000 entre 9.054 instituciones académicas y relacionadas con la investigación; en el "ranking" de universidades ocupó el puesto 441 de 4.762 instituciones de educación superior (IES); en la clasificación de universidades latinoamericanas alcanzó el puesto 10 entre 422 IES; y es la líder nacional de las 48 IES colombianas.
Dos de las claves que lo explican: los tipos de interés de EEUU y las compras de inversores chinos.
Aunque la tasa de crecimiento poblacional disminuirá, la fuerza laboral aumentará hasta 2050 con más de 400 millones de personas añadidas al mercado laboral. La necesidad de crear empleos, de que sean más productivos y de impulsar el crecimiento económico es un círculo virtuoso para resolver el desafío.