El tratamiento del aluminio y su aleación es utilizado comúnmente en la industria para fabricar todo tipo de piezas estructurales. Las aleaciones de tipo primario contienen un bajo porcentaje de elementos perjudiciales, pero en las aleaciones secundarias ese porcentaje se incrementa notablemente, ya que se producen principalmente a partir de chatarra recuperada y escoria de aluminio.
Los procesos térmicos que se utilizan hoy en día para el tratamiento de metales con este tipo de impurezas tienen mayor dificultad para obtener la fracción metálica, ya que esta se oxida al aumentar la temperatura del proceso y al estar en contacto con los compuestos orgánicos. Por ese motivo, algunos materiales de chatarra son muy difíciles de recuperar con los procesos actuales, pero el centro tecnológico Tecnalia, miembro de la Basque Research & Technology Alliance (BRTA), ha conseguido desarrollar un proceso para eliminar el 99% de los residuos generados en la transformación de aluminio, y darle así un uso.
Este proceso innovador, continuo y formado por dos etapas, ha sido desarrollado en los últimos años por las áreas de Fundición y Siderurgia y de Biorrefinería y Valorización de Residuos de Tecnalia. Consiste en un primer calentamiento a 300 °C en un horno de atmósfera oxidante controlada, para luego llevar el material a un segundo proceso de calentamiento a 400-550 °C en atmósfera inerte. Esto provoca una acción termo-mecánica combinada que elimina totalmente las impurezas del metal.
Para llevar a cabo este proceso, se han utilizado diferentes materiales, con diferentes espesores, orígenes o granulometrías. Por ejemplo, latas provenientes de la industria alimentaria o virutas lacadas. Los materiales tratados estaban contaminados con hasta un 15% en peso de carbono, y hasta el 1,5% en peso de oxígeno. Después del tratamiento, el nuevo material solo contenía el 0,15% en peso de carbono y 0,3% en peso de oxígeno.
Tecnalia trabaja en otros proyectos relacionados con materiales y tecnologías de producción sostenibles, con el objetivo de optimar los recursos y aportar circularidad a las empresas siderúrgicas, dedicadas al reciclado de materiales o a los moldes y utillajes.
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La unión de ribavirina y remdesivir consigue eliminar de forma rápida el virus al inducir un exceso de mutaciones en su genoma que le impiden multiplicarse con eficacia.
La preocupación hacia los nano y microplásticos y su impacto en el medio ambiente y la salud de los organismos vivos ha aumentado considerablemente. Actualmente, no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar la presencia de estos, pero las autoridades ya comienzan a restringirlos. Además, existe un obstáculo clave que impide realizar las pruebas oportunas sobre los micro y nano materiales: la disponibilidad limitada de materiales caracterizados y trazables biológicamente. Por tanto, para poder continuar con esta línea de investigación es necesario disponer de partículas que sirvan de referencia, es decir, que conserven la naturaleza química del material y que tengan el tamaño de partícula adecuado.
AIMPLAS avanza en nuevas tecnologías para la descarbonización y la transición energética de la industria y el transporte, a través de dos proyectos de investigación y desarrollo financiados por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y los fondos FEDER.
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