Izquierdo, fue parte del panel sobre la ‘Prohibición de plásticos de un solo uso‘, en el cual destacó la urgencia de invertir en educación y conciencia ambiental a través de incentivos a los consumidores y fabricantes.
“En Latinoamérica crece exponencialmente la conciencia ambiental. Las generaciones más jóvenes son activistas y están dispuestas al cambio, pero la legislación de la región no es suficiente, no logran condensar los esfuerzos del consumidor con las necesidades del mercado, porque no entienden las características propias de cada cadena de producción que se nutre de la industria de los empaques y envases”, explicó Izquierdo.
Esto quiere decir que los gobiernos, empresarios, consumidores y academia se enfrentan a la búsqueda de soluciones más sustentables con los mismos beneficios como la durabilidad del producto en el anaquel, la sanidad y la capacidad de distribución, entre otros, asumiendo los sobrecostos en toda la cadena de producción.
De tal manera, Izquierdo advirtió: “es necesario tener en cuenta la ciencia, la economía y los impactos sociales de la cadena de producción, particularmente los impactos medioambientales para establecer metas e incentivos reales a la inversión en tecnologías que contaminen menos, y entorno a la motivación del consumidor a ingresar permanentemente a la economía circular”.
Claramente, la discusión de los plásticos de un solo uso no es un tema nuevo, la región ha trabajado un poco más de 30 años en lograr legislar este insumo de manera efectiva, sin embargo, la conciencia del bienestar y salud ha generado un nuevo llamado de atención de los consumidores a los fabricantes para concretar una solución efectiva y eficaz.
Es una sociedad de carácter privado, que impulsa el desarrollo industrial, social, cultural y comercial en la Región Andina, Centroamérica y el Caribe.
Un estudio del CSIC diseña cepas de la bacteria ‘Pseudomonas putida’ capaces de utilizar residuos plásticos como nutrientes para transformarlos en bioplásticos degradables o compostables
La contaminación de agua por mercurio y otros metales pesados –como el plomo, común en zonas mineras– la deja no consumible, pone en riesgo la salud de todo ser vivo y aumenta la posibilidad de deforestación en las riberas. Una investigación adelantada en el municipio de El Bagre (Antioquia), con agua del río Nechí, mostró la eficiencia –entre 99,64 y 99,77 %– de un método de remoción de mercurio empleando electrodos de aluminio. Este método “separa” el metal del agua, como si se tratara de aceite, dejándola lista para consumo humano.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha optimizado un sistema de ultrasonido para la extracción de compuestos beneficiosos para la salud a partir de residuos agroforestales. De esta manera, se podrán incluir como complementos nutricionales y farmacéuticos de una manera más asequible.
Desde hace más de 200 años el diamante ha estado en la cumbre de la escala de Mohs, la escala que mide la dureza de los minerales. Los diamantes son más que una piedra brillante, son el epítome de la dureza. Ahora puede que contemos con un mineral aún más duro, aunque por el momento, tan solo en la teoría.
Una enzima artificial basada en una proteína producida por una anémona que podemos encontrar en prácticamente cualquier costa española puede degradar el PET.
El ICMM-CSIC consigue optimizar la creación de materiales grafíticos, semejantes al grafeno, con aplicaciones clave para una energía sostenible como el almacenamiento de hidrógeno.