Anthrax Bioterrorism and Current Vaccines
El bioterrorismo del ántrax y las vacunas actuales
Bacillus anthracis es un agente de Categoría A con el potencial de ser utilizado en un ataque de bioterrorismo a gran escala. La vacuna actual, conocida como Antrax Vaccine Adsorbed (AVA), consiste en un filtrado de cultivo de una cepa atenuada adsorbida en sales de aluminio como adyuvante. Aunque se considera seguro y efectivo, es difícil producir grandes cantidades en un corto período de tiempo. Por lo tanto, existe la necesidad de producir una vacuna de nueva generación contra el ántrax que se pueda producir rápidamente. Para que las nuevas vacunas candidatas sean efectivas, deben provocar un alto título de anticuerpos contra el antígeno protector (AP). La neutralización de PA minimiza la susceptibilidad del huésped a la toxemia de ántrax. Además, la obtención de anticuerpos contra factores de virulencia adicionales, como los antígenos de cápsula de B. anthracis, puede mejorar la eliminación del patógeno del huésped. Esta revisión discutirá la historia del bioterrorismo y el desarrollo actual de vacunas contra el ántrax. Hasta la fecha, ha habido avances en el diseño de vacunas que utilizan esporas manipuladas, subunidades proteicas modificadas, vacunas conjugadas y vehículos de administración viral. La utilización de uno o más de estos avances puede proporcionar una vacuna nueva y mejor contra el ántrax.
Introducción
El Bacillus anthracis, una bacteria aeróbica Gram-positiva con forma de vara, es el agente etiológico de la enfermedad aguda del ántrax. La bacteria puede formar endosporas que sobreviven en condiciones duras durante décadas. Después de la exposición de las endosporas a los seres humanos o animales, la enfermedad se produce tras la secreción de dos toxinas, la toxina letal (LeTx) y la toxina del edema (EdTx). Dependiendo de la ruta de exposición, la mortalidad puede ser superior al 50%, incluso con cuidados de apoyo.
Debido a la característica de alta virulencia, el ántrax es atractivo como posible arma biológica. De hecho, se ha utilizado anteriormente para incapacitar a economías extranjeras o como tácticas de miedo. En la Primera Guerra Mundial, los agentes alemanes y franceses utilizaron el muermo y el ántrax para infectar el ganado de naciones extranjeras; en la Segunda Guerra Mundial, Japón utilizó el ántrax, la peste y otras enfermedades en poblaciones para probar el potencial como arma biológica [1]. En el otoño de 2001, las esporas de B. anthracis se propagaron a través de cartas enviadas en los Estados Unidos. Se sabía que 22 personas habían sido infectadas y cinco de ellas habían muerto. El FBI publicó un resumen de 92 páginas de pruebas contra el sospechoso, Bruce Ivins [2]. El más reciente ataque con ántrax llamó la atención sobre las casi ilimitadas brechas de seguridad y defensa contra el bioterrorismo. La investigación de vacunas contra el ántrax juega un papel muy importante en la mitigación de esta amenaza.
En 1881, Louis Pasteur desarrolló la primera vacuna efectiva, una cepa viva atenuada de B. anthracis, para el ántrax [3]. Desde los años 30, la cepa viva atenuada de Stern ha sido ampliamente utilizada para vacunar animales domésticos. Sin embargo, debido a preocupaciones sobre la seguridad, las vacunas de esporas vivas no han sido adoptadas para la vacunación general en los Estados Unidos [4]. La Vacuna contra el Ántrax Adsorbida, también conocida como AVA o BioThrax, es la única vacuna contra el ántrax humano disponible con licencia de la FDA.
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:inglés
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