El artículo liderado por Edgar Andrés Cueva Tipán ofrece un repaso exhaustivo (y bastante riguroso) sobre cómo se ha venido usando el metaverso como herramienta pedagógica. A través de una revisión de literatura publicada entre 2020 y 2024, los autores abordan una cuestión que, aunque reciente, ha cobrado creciente relevancia en los debates pedagógicos contemporáneos.

La investigación adopta un enfoque cualitativo con diseño documental retrospectivo y tipo bibliográfico, lo que le permite centrarse en el análisis de estudios previos sin realizar intervención directa. Desde la anestesiología hasta la lectoescritura infantil, los autores analizaron 15 estudios académicos que muestran cómo esta tecnología inmersiva empieza a meterse (literalmente) en el aula. La propuesta es ambiciosa: revisar qué se ha hecho, con qué resultados y, sobre todo, si esta ola digital tiene bases pedagógicas.

Entre los principales aportes del artículo destaca la sistematización de beneficios pedagógicos atribuidos al metaverso. Los autores identifican que, en contextos educativos diversos —aunque con mayor presencia en la educación superior—, el metaverso ha demostrado su potencial para mejorar la retención del conocimiento, favorecer la participación estudiantil, facilitar el aprendizaje colaborativo y permitir la simulación de escenarios complejos.

En cuanto a las áreas de aplicación, el estudio recoge evidencias de su uso en disciplinas como medicina, ciencias ambientales, literatura y lengua, así como en el desarrollo de habilidades de lectoescritura en niveles básicos. El artículo resalta casos particulares, como el uso de Minecraft para la concienciación ambiental o Second Life como entorno de aprendizaje colaborativo, que ilustran de forma concreta las posibilidades inmersivas del metaverso. Un aspecto especialmente valorado es el tratamiento del metaverso no solo como tecnología, sino como entorno educativo en sí mismo, dotado de tres características fundamentales: presencia, persistencia y descentralización, las cuales permiten experiencias de aprendizaje continuas, seguras y altamente personalizables.

Pero... Houston, tenemos unos cuantos problemas

Aunque el artículo no se queda en lo utópico, sí deja ver que el camino hacia una educación inmersiva real está lleno de obstáculos:

• Tecnología costosa y desigualdad de acceso: no todos tienen visores de realidad virtual ni internet de alta velocidad. Lo que para unos es una aula futurista, para otros sigue siendo ciencia ficción.
• Docentes rezagados: sin formación adecuada, muchos educadores podrían sentirse como abuelos en una sala de videojuegos.
• Falta de modelos pedagógicos adaptados: el artículo insiste: sin planificación y sin estrategia, el metaverso no educa... entretiene, a lo mucho.

Uno de los méritos del artículo es que logra combinar una revisión actualizada con un lenguaje accesible, sin sacrificar el rigor académico. La estructura es clara, y los contenidos están bien organizados. La discusión resulta especialmente sólida al conectar los hallazgos de los estudios revisados con las problemáticas concretas del sistema educativo. Sin embargo, el texto podría haberse beneficiado de una muestra bibliográfica más amplia o diversa, incluyendo trabajos que cuestionen con mayor énfasis la efectividad del metaverso en contextos educativos con alta vulnerabilidad digital.

Laura Valentina González Pardo
Editorial Assistant
VirtualPro
​laura.gonzalez@ingco.co​

Referencias:

Tipán, E. A. C., Bone, M. A. P., Flores, P. D. P. A., Rosales, I. M. P., y Cantos, D. A. V. (2025). Metaverso como Estrategia Metodológica Aplicada en el Área de la Educación: Una Revisión de la Literatura Académica. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 9(2), 2211-2227.
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