Dos expertos explicaron en el programa El resonar de la Tierra, de UN Televisión, cómo nos afecta esta problemática y cómo se pueden mitigar los impactos ocasionados por este fenómeno.

“Muchos humedales y lagunas reciben cantidades importantes de pesticidas y abonos resultado de actividad agrícola y agropecuaria del país, los cuales inician los procesos de eutrofización, como la laguna de Fúquene y el lago de Tota, muy comentado en estos días por sus altas concentraciones de plomo”, señala el profesor Julio Eduardo Beltrán, de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

La eutrofización conduce lentamente a la desaparición de estos ambientes y se produce cuando el agua de un ecosistema acuático recibe desechos y residuos orgánicos y minerales que se relacionan con el aumento de materia orgánica. Esto afecta el ciclo de otros nutrientes (nitrógeno, fósforo) y provoca el rápido crecimiento de algas y otras plantas que cubren el espejo de agua y modifican aspectos básicos para la permanencia de otros organismos como los peces.

Para la profesora Irina Morales, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, sede Tunja, es importante realizar un mayor estudio de la calidad química del ecosistema en el lago de Tota: “analizar qué productos se están utilizando en los procesos agrícolas, identificar cuáles son las potenciales fuente de contaminación por medio de estudios de bioacumulación y ejercer presión para el cumplimiento de normas ambientales”.

“Se requiere una voluntad política y en esto tienen que ver tanto la academia como las entidades gubernamentales y la comunidad que la habita”, concluye la docente.

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