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Acuerdo entre humanos y naturaleza. / Pxfuel
2020-05-09
Ante la pandemia, un nuevo acuerdo entre humanos y naturaleza
Una relación sana y permanente
Por estos días, las redes sociales se han inundado de videos de animales en las ciudades. La naturaleza nuevamente nos sorprende y muchos titulares hablan de que “está recuperando lo que le pertenece”. Otros, incluso, declaran que los humanos nos estamos devorando el planeta. Con más de 500 millones de personas confinadas ante la pandemia, parece acertada esta conclusión.
Desde hace dos décadas, científicos y expertos lo señalan. Estamos en el Antropoceno. El ser humano contemporáneo es una “fuerza geológica” tan potente que choca con los ciclos de la naturaleza, llevando al sistema planetario y su estabilidad a un límite y, además, lo hace a ritmos alarmantes.
Según el Informe Planeta Vivo 2018 de WWF, en los últimos 50 años las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles se redujeron en un 60%. De igual forma, la primera Evaluación Global de Biodiversidad, publicada por el IPBES el año pasado, asegura que el 75% de la superficie terrestre ha sido sometida a algún tipo de impacto humano. De continuar esta tendencia, en 2050 podría ser hasta el 90%.
Además de la pandemia, existen otros desafíos
Sin duda nuestra economía y hábitos de consumo y comportamiento han desplazado el bienestar de la naturaleza y de otras formas de vida; las consecuencias son palpables. Y, en medio de esta pandemia y la difícil situación que se vive, es inevitable empezar a hacer conexiones.
La posibilidad de contraer enfermedades zoonóticas como el covid-19, es decir, aquellas transmitidas de animales a humanos, se incrementa con el tráfico ilegal de especies. Con esa actividad que las saca de sus hábitats, las transporta y comercializa en mercados ilegales que facilitan el traspaso de virus, bacterias, hongos, entre otros, de especie a especie, incluyéndonos.
Pero también es necesario fijar nuestra atención en la raíz del problema: la degradación de la naturaleza y las consecuencias en nuestra salud y bienestar. Porque funcionamos en red y porque la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, por ejemplo, son dos desafíos que permanecerán aun cuando esta situación pueda controlarse.
La crisis climática y el límite de 1.5°C
Hoy, la evidencia científica muestra que el incremento de 1.5° C sobre la temperatura promedio mundial es la cifra segura para evitar efectos más devastadores del cambio climático; precisamente, así se definió en 2014, en el histórico Acuerdo de París. El mensaje es claro, debemos tomar acciones contundentes pues este límite podría superarse solo en 10 años si seguimos al ritmo actual. Algunos escenarios posibles si sobrepasamos este límite incluyen:
- Con el incremento de 1.5°C, más de 70% de los arrecifes de coral morirán, pero si la temperatura media aumenta 2°C se perderán prácticamente todos.
- Es probable que los insectos, vitales para la polinización de cultivos y plantas, pierdan la mitad de su hábitat en el escenario de aumento de 1.5 °C, pero las probabilidades de esto se duplican con el incremento de 2°C.
- Más de 6 millones de personas que viven hoy en áreas costeras son vulnerables con un aumento de 1.5 °C. Si aumentamos 2°C, este problema afectaría a 10 millones de personas más.
Recordemos que la naturaleza, a través de procesos como la fotosíntesis de las plantas o la actividad de los volcanes, también produce gases de efecto invernadero (metano y dióxido de carbono). Estos retienen la radiación infrarroja del sol y generan una temperatura promedio propicia para la vida.

WWF
WWF es la principal organización de conservación global, con presencia en más de 100 países y que cuenta con el apoyo de más de 5 millones de socios. Las acciones de WWF están enfocadas en seis grandes objetivos: especies, bosques, océanos, agua dulce, alimentación, clima y energía. WWF tiene además tres líneas de acción transversales: gobernanza política y social, finanzas y mercados.