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Imagen. / Aimplas
2021-11-18
Avances en envases comestibles para alimentos
Estos envases dan respuesta a las nuevas necesidades de los consumidores, que cada vez son más respetuosos con el medio ambiente, pero sin perder de vista la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos, que supone un gran impacto medioambiental, social y económico.
¿Cómo funcionan?
Los recubrimientos comestibles o, en inglés, edible coatings, controlan la transferencia de humedad, gases y procesos de oxidación. Hasta ahora, su uso ha estado ligado especialmente a las frutas, a las que se le aplica sobre la superficie para retrasar procesos como la senescencia, la pérdida de peso o el arrugamiento. También tienen otra función, que es mejorar su aspecto aportándoles brillo, lo que favorece su comercialización. La gran mayoría de recubrimientos comerciales comestibles están compuestos de ceras naturales (carnauba, abeja, microcristalina…) y resinas (shellac, colofonia…).
Envases del futuro: Los envases comestibles
En los últimos años el uso de recubrimientos comestibles ha avanzado, y además de preservar la calidad del alimento más tiempo, se han desarrollado soluciones que alargan su vida útil . Además, tienen como ventajas frente a otras soluciones de envasado que pueden incorporar compuestos activos que mejoren la seguridad o incluso los atributos nutricionales y sensoriales del alimento.
Los requerimientos que deben cumplir estos recubrimientos para ser utilizados como soluciones de envasado, son:
- resistencia al agua para que se mantenga intacto durante su manipulación,
- no debe reducir la transmisión al oxígeno para evitar un cambio de respiración aerobia a anaerobia,
- no debe acumular un exceso de dióxido de carbono,
- deben reducir la permeabilidad al vapor de agua,
- debe mantener la integridad del producto,
- debe tener una baja viscosidad, no debe ser pegajoso, y con un rendimiento de secado eficiente, para poder ser utilizado en líneas de aplicación en continuo. Los sistemas más utilizados son la aplicación en espray e la inmersión.
Avances y nuevas soluciones en envase comestible
Las soluciones más innovadoras de recubrimientos comestibles son aquellas que incorporan compuestos activos a los recubrimientos, de manera que le confieren propiedades activas al producto, como: antioxidantes, vitaminas, retención de compuestos aromáticos volátiles…; lo que podemos denominar recubrimientos activos comestibles para diferenciarlos de los recubrimientos comestibles convencionales.
En concreto, se han estudiado el aguacate y el mango por su idoneidad para incorporar soluciones de recubrimientos activos comestibles. Estos productos presentan un alto coste comparado con otro tipo de frutas y verduras, y además presentan otros problemas, cuando los compramos o están muy verdes o maduran tan rápido que se echan a perder, y en este caso el aplicar este tipo de soluciones son aceptadas por el consumidor por las ventajas que presentan frente al coste final del producto y su rápida degradación.
Pero sin duda, el gran reto del envase comestible pasa por poder ser empleado en productos sin cáscaras, delicados y de consumo directo. En este sentido se están estudiando soluciones como la desarrollada por el ingeniero americano James Rogers para aguacates y cítricos. Una “segunda piel” que crea un microclima en el interior de cada pieza y que logra controlar los dos factores principales que causan que un producto fresco se degrade: la velocidad a la que pierde agua y el ritmo de entrada de oxígeno que provoca su oxidación. Con este aerosol Rogers prevé que la extensión de la vida de los productos suponga una reducción en el desperdicio de los alimentos de hasta un 50%.
Otros productos en los que se están realizando grandes avances son las carnes y los pescados. Investigadores de la Universidad de Pensilvania han creado un recubrimiento comestible elaborados con almidón vegetal y compuestos antimicrobianos para proteger el pescado y el marisco de bacterias patógenas. En la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) han desarrollado un recubrimiento a base de quitosano, un aceite esencial de orégano y nisina reconocido por su actividad antimicrobiana, que prolonga hasta por cinco el tiempo de vida útil de la carne de hamburguesa, que normalmente es de siete días.
Para que estas soluciones sean viables es indispensable que también sean sostenibles ambiental y económicamente, por lo que se están trabajando soluciones de recubrimientos comestibles que contribuyan a la reducción de residuos, donde los restos se utilizan para la obtención de compuestos activos y biopolímeros que serán utilizados en los envases segunda piel para alargar la vida de los productos.
Biopolímeros comestibles
Los bioplásticos comestibles, todos ellos de fuentes naturales, más comúnmente utilizado son:
- Hidrocoloides
- lípidos
- composites
Los recubrimientos comestibles están formados por lípidos y/o hidrocoloides combinados para formar una bicapa o conglomerado.
En la actualidad los recubrimientos activos comestibles más habituales están constituidos por la combinación de diversos polisacáridos y lípidos, con la finalidad de aprovechar las propiedades de cada uno de los compuestos y la sinergia entre ellos, ya que las propiedades mecánicas y de barrera de estos, dependen de los compuestos que integran la matriz polimérica y de la compatibilidad entre ellos.
¿Cómo podemos ayudarte?
AIMPLAS cuenta con las capacidades tecnológicas, el conocimiento y la experiencia para obtener nuevos biopolímeros y recubrimientos activos comestibles para alargar la vida de los alimentos. Un ejemplo de ello es el proyecto europeo BIORANGEPACK, financiado por la convocatoria PRIMA SECTION 2-2019, en el que se está trabajando para desarrollar recubrimientos activos para cítricos, para soluciones de envasado activo convencional, de onde se aplican los recubrimientos en envases individuales de papel, así como recubrimientos activos comestibles. Ambas soluciones requieren de compuestos activos que se obtienen de residuos de los cítricos mediante procesos fermentativos para dar lugar a compuestos bioactivos que se incorporan en biopolímeros, para dar lugar a soluciones activas de envase.
Lorena Rodríguez
Packaging Group Leader

Aimplas
AIMPLAS es el Instituto Tecnológico del Plástico ubicado en Valencia y está inscrito en el Registro de Centros Tecnológicos del Ministerio de Economía y Competitividad. Pertenece a la Federación Española de Centros Tecnológicos, FEDIT, y a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT.