Este market place, que tiene como lema “Obtén lo que quieres dando lo que tienes”, opera como una especie de trueque, en el que los usuarios pueden pagar con propiedades, servicios, dinero o una combinación de estas.

El sitio, denominado Dondo, fue inicialmente abierto hacia 2019 y en el transcurso de 2020 logró captar una creciente cantidad de usuarios que hoy ya bordean los 150.000, de los cuales, cerca del 80% son habituales.

Así lo afirma Daniel Marulanda, uno de los socios fundadores, estudiante de Ingeniería de Sistemas en la (UNAL) Sede Medellín, quien confirmó que a finales de año lograron una inversión de 2,1 millones de dólares, en la que participaron el cofundador y CEO de Zoom, Eric Yuan; el cofundador de Yahoo y socio fundador de Ame Cloud Ventures, Jerry Yang; el CEO de Qualtrics, Ryan Smith; el socio fundador de Redpoint, Geoff Yang; el tesorero de Microsoft, George Zinn; la directora del plan de internacionalización de Facebook en sus inicios, Julia Popowitz, y el CEO de McLaren, Racing Zak Brown, entre otros, atraídos por el rápido crecimiento y las excelente métricas del sitio.

Daniel, quien este año se gradúa, recuerda que inicialmente, con Carlos Daniel Sánchez -el otro estudiante de la UNAL-, trabajaron en Ctizen, un programa para gobiernos inteligentes, a través del cual buscaban conectar a ciudadanos en una democracia abierta.

No obstante, sus viajes a países como Puerto Rico y algunos de Europa, los llevan a conocer a Jesús Márquez (CEO), CEO de Dondo, y sellan la alianza para la creación de la exitosa idea de negocio, de la cual también forma parte el estadounidense Parker Irving (CFO).

Al comienzo, como todo emprendimiento, fue un poco difícil: la primera interacción no fue muy buena, con la segunda llegamos a 10.000 usuarios; en una tercera versión perdimos usuarios porque hicimos mal el pivote (punto de crecimiento), y en 2020 lanzamos una versión que explotó muy fuerte, pues pasamos de 10.000 a 130.000 usuarios, pero no teníamos capacidad de atenderlos, por lo cual ahora tenemos 25 empleados y en un par de semana tendremos 30, el 80% de los cuales son estudiantes o egresados de la UNAL.

“Todavía nos falta camino por recorrer, pero en este momento tenemos inversionistas de compañías que valen billones de dólares y que por primera vez en la historia invierten en empresas latinas, eso muestra que creen mucho en lo que estamos haciendo”, señala Daniel.

Jesús, por su parte, recuerda que la idea nació de la crisis de gobierno en Venezuela: “en 2013, tuve que mudarme  Argentina, tenía un montón de cosas que debía vender, las publiqué en MercdoLibre y OLX, pero no tuve éxito, las tuve que regalar…”

Para la gente de a pie

Para Daniel Marulanda, el éxito de Dondo radica en que “nos enfocamos en la gente de a pie, permitimos que nuestros usuarios puedan pagar sus productos con dinero, con objetos o con servicios”.

En ese sentido, menciona que también contribuyen a borrar la huella carbono, pues el sitio permite “darle vida” a cosas que ya no se usan. Al respecto, menciona que solo en Estados Unidos, se calcula que se pierden por lo menos 1,3 trillones de dólares representados en cosas que la gente deja arrumadas en sus casas.

El gran diferenciador que los hace triunfar en el mercado es lograr que la gente tenga liquidez para obtener cosas sin dinero. Por ejemplo, durante la pandemia, los usuarios podían conseguir un computador para estudiar a cambio de un servicio o de otro elemento.

“Nos sentimos muy bien, vamos por muy buena ruta, la idea es consolidarnos en el mercado colombiano y expandirnos en México, Brasil y Argentina”, subraya.

Según sus fundadores, Dondo (https://www.dondo.com/es) ha logrado aproximadamente 80.000 transacciones equivalentes a más de 10 millones de dólares en objetos.

“En este momento estamos contratando personas para mantener un servicio eficiente, los invitamos a visitar nuestro sitio para que apliquen a esta convocatoria”, precisa.

Si Andrés quiere intercambiar su tapete de yoga por el horno de pan de Julia, en Dondo no hace falta que Julia desee el tapete de yoga de Andrés. Basta con que Julia quiera cambiar su horno de pan por las bandas elásticas de Pedro para que los tres hagan parte de un mismo trueque, se lee en la exitosa startup, que recomienda:

“Si la vida te da limones, intercámbialos en Dondo por algo que te guste!”