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Imagen. / BID

2021-10-14

Humanizando el aprendizaje remoto: la experiencia de Eidos Global


1.    Más que nunca, priorizar

No podemos exigir que las personas sigan con un ritmo “normal” de aprendizaje cuando la normalidad ya se transformó y dónde muchísimos factores de su contexto cambiaron radicalmente. El Aprendizaje Remoto Humanizado (ARH) es una invitación a que pensemos una educación que es mucho más que contenidos disparados en todas las direcciones, es ser conscientes de todos los otros servicios ecosistémicos que la escuela genera, y traerlos intencionalmente a la vida de cuarentena con todos los actores involucrados: educadores, docentes, estudiantes, padres y madres, administradores, entre otros. Un diseño humanizado de programas remotos de aprendizaje tiene que poder responder a las siguientes preguntas de priorización:

  • ¿Qué es importante hoy? Más allá del contenido, ¿qué es importante saber?
  • ¿Qué otras funciones de la educación es importante mantener vivas?
  • ¿Cuáles son los riesgos en el corto, mediano y largo plazo?

Con algunos grupos de estudiantes lo importante será mantener el contacto esencial para preservar el nivel de compromiso y reducir el riesgo de deserción escolar, con otros será acompañar emociones negativas o inclusive propiciar que los estudiantes puedan seguir hablando entre ellos, apoyándose y sintiendo que tienen un espacio seguro para poder expresar miedos y pedir ayuda.

2. Diseñar experiencias en función de las personas

El aprendizaje humanizado es entender el valor y las necesidades humanas en la enseñanza-aprendizaje, es recordar las necesidades humanas básicas y adecuar las herramientas a las personas, y no al revés; es también comprender que factores como las emociones, el contexto, la bioquímica y el humor, interfieren en que una persona esté predispuesta a aprender. Para sensibilizar los programas de aprendizaje, vale la pena plantear las siguientes preguntas y adaptar dichos programas de acuerdo con sus respuestas:

  • ¿Qué necesitan quienes enseñan y quienes aprenden?
  • ¿Qué dispositivos poseen?
  • ¿Qué plataformas saben usar?
  • ¿Las dinámicas que estamos diseñando, son viables o aportan estrés a un contexto de por sí ya estresante?

Sobre todo, hay que destacar que en el proceso enseñanza-aprendizaje:

“No por ser remoto tiene que ser aburrido, tradicional o robotizado”

3. Menos, es más

Pablo, docente de Colombia nos compartía:

“Un maestro usa un campus virtual, uno usa Teams, el otro usa Youtube. Es medio difícil porque tienes que estar muy pendiente y a veces el celular no soporta tantas aplicaciones. Estaría bueno que se pongan de acuerdo y usen una sola herramienta en la cursada. Sería importante que puedan acordar en el colegio y simplificar la comunicación”. 

Esto nos lleva a un aprendizaje fundamental: elegir una plataforma para comunicarse en función de la familiaridad y el conocimiento de las y los participantes y educadores y pensar en qué es lo que podrá hacer quien aprenda (no sólo quién enseña) es clave para hacer el entorno de aprendizaje más amigable.

  • ¿Qué están acostumbrados a usar?
  • ¿Funciona con más de 5 personas?
  • ¿Qué grado de interactividad necesito?

De un grupo de Whatsapp a una conferencia en Microsoft Teams, todo va a depender del tiempo que tengan las personas para adecuarse a la herramienta y siempre, siempre es ideal poder pasar un tutorial previo a la formación para que las y los participantes estén más familiarizados con la plataforma.

4. El valor de lo no virtual

La mayoría de las familias poseen al menos un celular y televisor, pero no computadora o notebook y en muchos casos ni siquiera internet. A pesar de las tecnologías que han permeado los procesos de aprendizaje, hay que recordar que el mundo fuera de internet también es posible aunque demore un poco más. Fotocopias debajo de las puertas, cartas o llamadas por teléfono, todas estas son estrategias válidas que funcionan mejor cuando muchos actores trabajan en conjunto.

Educadores de la Fundación Todavía es Tiempo, con quienes trabajamos durante 2020, nos compartieron que las escuelas formales generaron, durante la pandemia, mucha tarea y trabajos prácticos pero no lograron contener social ni afectivamente a las y los niños y a sus familias. Como solución, los educadores de la Fundación, conscientes de la falta de conectividad, optaron por entregar a las madres y padres que buscan la vianda de comida, una actividad fotocopiada por día para poder adecuar el aprendizaje al contexto de quienes iban a aprender (sus hijas e hijos) y acompañar el aprendizaje (ellos como madres y padres).

5. El tamaño de los grupos es crucial

Resulta muy relevante considerar el número total de participantes involucrados en el proceso. Hacer uso de la herramienta correcta es crucial para el éxito del ciclo enseñanza-aprendizaje.

¿El objetivo es difundir un contenido y no hay tiempo para seguimiento o retroalimentación? Un Live o Webinario masivo es útil.

¿El objetivo es escuchar opiniones y/o emociones? Lo mejor es trabajar con grupos reducidos, 4 o 5 personas, para llegar a cada uno de las y los participantes. Por su parte, los educadores de Eidos esperan el momento de empezar a hacer videollamada con los y las chicas “para mirarlos, para darnos cuenta cómo están”, y los entendemos de corazón.  

Sin dudas, el aprendizaje remoto que impulsó el COVID-19 marcará un antes y después en la educación, tanto para los docentes como para los alumnos, que hoy deben afrontar el desafío de reconectarse virtualmente, pero también abre la puerta a la posibilidad de un futuro en donde la tecnología y la pedagogía puedan articularse de forma más humana para que el aprendizaje pueda suceder aún en las circunstancias más desafiantes.


Por Maru Carracedo y Lucía Burtnik por parte de Eidos Global.

Maru Carracedo

Con un perfil académico focalizado en Relaciones Públicas y Comunicación, Maru ha dedicado los últimos 10 años a trabajar en la comunicación institucional de iniciativas de impacto social y organizaciones del tercer sector. Hoy se desempeña como coordinadora de comunicación y marketing de Eidos Global. Ha ocupado también el rol de directora de comunicación del Youth20 2018 y brindado conferencias públicas como speaker en temas de futuro del empleo y educación.

Lucía Burtnik

Nacida en México, criada en Argentina, con residencia en el Reino Unido y con un curriculum marcado por la especialización en Relaciones Internacionales, Políticas Públicas e Innovación, Lucía es hoy la chief learning officer de Eidos Global. Su trabajo e investigación han estado focalizados en políticas públicas, innovación sustentable, juventud, educación, emprendedurismo y ciencias sociales. Se ha desempeñado como directora académica del Youth20 en 2018, es Global Shaper, miembro del grupo de trabajo internacional para los Futuros de la Educación de la OCDE y punto focal para el SDG 8 ante el UNMGCY (United Nations Major Group for Childhood and Youth).

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Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabajamos para mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Ayudamos a mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad. Nuestro objetivo es alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Con una historia que se remonta a 1959, hoy somos la principal fuente de financiamiento para el desarrollo para América Latina y el Caribe.

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