“La conservación de la biodiversidad de los suelos y los microorganismos que lo habitan es tanto o más importante que la conservación de las plantas y los animales”. Jorge Curiel Yuste

Aunque imperceptibles, los microorganismos son indispensables para la existencia de la vida humana, ya que el 50% del cuerpo de una persona está compuesto de diversos  grupos bacterianos. Se estima que por cada célula humana existe una bacteria en la estructura física y material del cuerpo humano. 

Estos diminutos seres orientan y educan el sistema inmunológico, son esenciales para soportar las enfermedades, claves para la digestión de alimentos, ayudan a metabolizar fármacos, protegen contra patógenos, fijan nuestro aroma corporal e influyen en nuestra conducta, ansiedad, estrés y depresión. Del mismo modo, las bacterias y los hongos son factores sustanciales para la conservación y la estabilidad medioambiental, su función como recicladores de moléculas del universo orgánico los vuelve más que necesarios, imprescindibles para la existencia de la vida en el planeta.

Aunque las civilizaciones antiguas no conocían la existencia de los microorganismos, ni la de los fármacos. Se ha determinado (en medio de un debate científico) que en sociedades como los griegos, indios y egipcios, hacían uso del conocimiento empírico y procesos de observación para tratar dolencias con elementos como el pan mohoso. En este mismo sentido, científicos de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, encontraron el antibiótico tetraciclina (funcional para el tratamiento de diversas infecciones generadas por bacterias) inmersa en fragmentos óseos humanos que datan del año 350 al 550 de nuestra era, procedentes de la antigua Nubia, en el actual norte de Sudán y sur de Egipto. 

Así mismo, productos alimenticios como el pan, la cerveza y el vino fueron creados hace varios miles de años en Sumeria y el Antiguo Egipto. Asimismo, los nómadas de la estepa euroasiática y los antiguos mongoles fermentaban leche de camella, yegua, vaca y de cabra para hacer kumis.    

La ciencia no conoce país, porque el conocimiento pertenece a la humanidad, y es la antorcha que ilumina el mundo. 
Louis Pasteur

Cabe resaltar que de las más de 145.000 especies de microorganismos existentes en el planeta, tan solo unos pocos centenares son utilizados en el sector productivo. Generalmente, los microorganismos más empleados en el sector industrial son las bacterias; sin embargo, existe un variado conjunto de procesos en donde son aprovechadas diversas especies de hongos y algas. La operación Industrial más antigua, extendida y conocida es la fermentación.

Actualmente, una gran cantidad de alimentos son producidos mediante procesos tradicionales y tecnológicos de microorganismos. Los productores de alimentos determinan la especie apropiada, la cantidad justa y las condiciones de proceso que permiten generar en los productos comestibles las  características organolépticas y propiedades nutricionales deseadas. 

En este sentido, todas las bebidas alcohólicas son generadas por medio de la utilización de hongos levaduriformes idóneos para producir la fermentación alcohólica. Cada tipo de bebida alcohólica depende de un microorganismo determinado y un sistema de fermentación adecuado. 

Los microorganismos en el sector productivo de alimentos son empleados en procesos como la fermentación láctica, la producción de probióticos y prebióticos, la obtención de alimentos altamente calóricos, la fabricación de suplementos alimenticios y la fabricación de aditivos entre otros.

En la industria farmacéutica se emplean diversas especies de hongos, bacterias, virus y parásitos para el desarrollo de fármacos como antibióticos, vacunas, productos biológicos y sueros, entre otros. Se resalta el amplio campo de acción de la microbiología en este sector como medio para el control de la inocuidad y la esterilidad que garantiza la calidad de los productos.

Así mismo, la industria textil se sirve de especies bacterianas para la optimización y mejora del rendimiento eficiente de diversos procesos como la obtención de biofibras, colorantes naturales o pigmentos sintéticos y para la fabricación de un gran número de productos. Igualmente, este sector maneja una gran variedad de microorganismos para la gestión integral de residuos o para la recuperación y el aprovechamiento de los mismos.  

Un sector que se ha apalancado de diferentes agentes bacterianos a través de la historia, es el de la producción de cosméticos. Sin embargo el gran valor productivo y comercial de la industria cosmética se ve opacado por generación de una gran cantidad de residuos plásticos, químicos y peligrosos, entre otros. En la actualidad, desde la microbiología no solo se optimizan diversos procesos de manufactura de una extensa cantidad de productos, si no que con la implementación de las más recientes tecnologías hay un mayor control sobre la estabilidad, la seguridad y la calidad de los mismos. En este mismo sentido, diversos microorganismos han sido de gran utilidad para la degradación, separación o eliminación de polímeros petroquímicos residuales generados por la industria cosmética

Con lo anterior, es indudable que uno de los sectores donde de cierta forma los microorganismos son indispensables, es la industria química. Ya que este sector es fundamental en la creación de métodos, sistemas y técnicas enfocadas en la generación de soluciones adecuadas para las problemáticas de contaminación y el cambio climático. En este aspecto, actualmente se están produciendo diversos biocombustibles por medio de sustancias orgánicas, plásticos y una gran cantidad de productos biodegradables. 

Además, desde hace unas décadas se han venido creando e implementando múltiples tecnologías y modelos de biorremediación ambiental, desarrollos para el saneamiento de aguas residuales y transformación química de diversos tipos de residuos.

Sin duda, los microorganismos son más que fundamentales; no solo para la existencia de los seres humanos, sino que las bacterias, las arqueas, las algas microscópicas, los protozoos, y los parásitos son imprescindibles en la integración de los diversos factores que propician las condiciones que hacen posible la vida de todas las especies animales y vegetales del planeta Tierra.

Mauro Sastoque Campos 
Periodista, escritor y diseñador para la comunicación gráfica
Revista Virtual Pro
mauro@virtialpro.co  

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