
Imagen. / Perseidas en 2017 vistas en el Desierto Blanco, Egipto. © Ahmed Abd Elkader Mohamed.
2025-08-15
Las Perseidas: origen, historia y formación de la lluvia de meteoros más célebre del año
Cada año, entre mediados de julio y finales de agosto, el cielo nocturno ofrece uno de los espectáculos astronómicos más esperados: la lluvia de meteoros Perseidas. Conocida popularmente como “lágrimas de San Lorenzo”, esta manifestación natural es apreciada tanto por astrónomos profesionales como por observadores aficionados debido a su intensidad y belleza. Su punto máximo, que suele producirse en torno al 12 o 13 de agosto, puede llegar a generar más de un centenar de meteoros por hora en condiciones ideales de observación. Más allá del impacto visual, las Perseidas representan un fenómeno que combina aspectos astronómicos, históricos y culturales, y que nos conecta con el movimiento perpetuo del sistema solar.
El origen del nombre “Perseidas” está vinculado a la constelación de Perseo. Desde la perspectiva terrestre, los meteoros de esta lluvia parecen surgir de un mismo punto en el cielo denominado radiante, localizado en la zona que ocupa esta constelación boreal. En realidad, los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del firmamento, pero su trayectoria, prolongada hacia atrás, coincide visualmente con dicho radiante. La denominación sigue una convención astronómica que asocia cada lluvia de meteoros a la constelación desde la que parecen proceder sus trazos luminosos. En cuanto a su apelativo tradicional, “lágrimas de San Lorenzo”, este se debe a que el momento de mayor actividad suele coincidir con la festividad cristiana del mártir Lorenzo de Roma, celebrada el 10 de agosto. Según la tradición, las estrellas fugaces serían lágrimas ardientes que caen en recuerdo de su sacrificio.
Los registros históricos de las Perseidas se remontan a más de dos milenios. Fuentes chinas documentaron su observación ya en el año 36 d. C., describiendo un gran número de meteoros atravesando el cielo. En Europa, crónicas medievales y renacentistas las mencionan con frecuencia, a menudo asociadas a presagios o eventos religiosos. Durante el siglo XIX, con el avance de la astronomía científica, comenzaron a sistematizarse las observaciones y a vincular el fenómeno con el paso de un cometa. Fue entonces cuando se estableció que las Perseidas están asociadas al cometa 109P/Swift-Tuttle, descubierto en 1862, el cual recorre una órbita de 133 años alrededor del Sol. Esta identificación permitió comprender que las lluvias de meteoros no son eventos aislados, sino manifestaciones periódicas del tránsito de la Tierra a través de corrientes de polvo cósmico.
El fenómeno de las Perseidas tiene su origen en la interacción entre nuestro planeta y los restos dejados por el cometa Swift-Tuttle. A medida que este cuerpo celeste se aproxima al Sol en su trayectoria elíptica, el calor solar provoca la sublimación de hielos y la liberación de partículas sólidas, que quedan dispersas a lo largo de su órbita. Con el paso de los siglos, esta órbita se ha llenado de un rastro denso de polvo y pequeños fragmentos rocosos. Cada año, en agosto, la Tierra cruza esta nube de escombros. Al entrar en contacto con la atmósfera terrestre a velocidades que superan los 200.000 kilómetros por hora, las diminutas partículas se desintegran debido a la fricción, generando un destello de luz que percibimos como estrellas fugaces.
Desde el punto de vista físico, la formación de un meteoro es un proceso de ionización. La colisión de la partícula con las moléculas de aire genera un intenso calentamiento que vaporiza el material y excita los gases atmosféricos. Al regresar estos gases a su estado original, liberan energía en forma de luz. El color y la intensidad del destello dependen tanto de la composición química de la partícula como de su tamaño y velocidad. Así, es posible observar meteoros blanquecinos, anaranjados o verdosos, siendo estos últimos indicio de la presencia de níquel o magnesio en el fragmento.

La observación de las Perseidas ha sido tradicionalmente una oportunidad para la divulgación científica y la aproximación del público a la astronomía. En zonas rurales o apartadas de la contaminación lumínica, el espectáculo alcanza su máxima expresión, con trazos luminosos que cruzan el firmamento de forma intermitente y, en ocasiones, con bólidos particularmente brillantes que dejan estelas persistentes. La predicción de su actividad máxima y la identificación de las mejores horas para su observación se basan en modelos astronómicos que consideran la posición de la Tierra en su órbita y la densidad de la corriente meteórica en cada año específico.
Las Perseidas no solo son un fenómeno visualmente impactante, sino también una fuente de información científica. Su estudio permite comprender mejor la dinámica de los cometas, la distribución de polvo interplanetario y los efectos de la radiación solar sobre materiales volátiles. Además, la comparación de registros históricos con datos actuales contribuye a evaluar cambios en la intensidad de la lluvia, lo que puede estar relacionado con variaciones en la órbita del cometa o en la dispersión de sus restos.
En términos culturales, la lluvia de meteoros ha inspirado mitos, leyendas y expresiones artísticas a lo largo del tiempo. Desde las antiguas civilizaciones que veían en las estrellas fugaces presagios divinos, hasta la actual era de la astronomía amateur, las Perseidas han sido motivo de contemplación y asombro. Hoy en día, eventos organizados en observatorios, planetarios y espacios abiertos invitan a las comunidades a reunirse para presenciar este fenómeno, combinando la experiencia sensorial con la educación científica.
En conclusión, las Perseidas representan la convergencia de la ciencia y la tradición. Su origen astronómico, ligado al cometa Swift-Tuttle, su registro histórico a lo largo de milenios y su espectacular manifestación anual las han consolidado como la lluvia de meteoros más emblemática del calendario astronómico. Más allá de su belleza, constituyen un recordatorio de que la Tierra no es un ente aislado, sino parte de un sistema dinámico en el que interactúa constantemente con otros cuerpos celestes. En la inmensidad del cosmos, cada destello efímero que cruza el cielo durante las noches de agosto es una prueba de esa conexión permanente.
Referencias
Elkader Mohamed, A. (2025). زخة شهب البرشاويات.jpg. [Imagen]. Wikimedia Commons.
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:%D8%B2%D8%AE%D8%A9_%D8%B4%D9%87%D8%A8_%D8%A7%D9%84%D8%A8%D8%B1%D8%B4%D8%A7%D9%88%D9%8A%D8%A7%D8%AA.jpg&oldid=1017476513.
Inaglory, B. (2025). Perseid meteor 2007.jpg. [Imagen]. Wikimedia Commons.
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:Perseid_meteor_2007.jpg&oldid=1062719581
Maturana, J. (2025, 10 de agosto). Perseidas 2025: Así podrá ver la lluvia de estrellas con una brillante Luna. EuroNews.
https://es.euronews.com/next/2025/08/10/perseidas-2025-origen-mitologia-cuando-y-como-ver-la-lluvia-de-estrellas
NASA. (2025). Perseids Meteor Shower.
https://science.nasa.gov/solar-system/meteors-meteorites/perseids/
Redacción National Geographic. (2025, 11 de agosto). Lluvia de estrellas 2025: 4 claves para disfrutar de las Perseidas, la más esperada del año. National Geographic en Español.
https://www.nationalgeographicla.com/espacio/2025/08/lluvia-de-estrellas-2025-4-claves-para-disfrutar-de-las-perseidas-la-mas-esperada-del-ano
Rodríguez, N. (2025). Perseidas 2025: cómo ver la lluvia de estrellas (a pesar de la Luna).
https://www.iac.es/es/blog/vialactea/2025/08/perseidas-2025-como-ver-la-lluvia-de-estrellas-pesar-de-la-luna
Vito Technology, Inc. (2025). Guía de las Perseidas 2025: Cuándo y Cómo Verlas.
https://starwalk.space/es/news/all-you-need-to-know-about-the-perseids
Felipe Chavarro
Copy editor
Virtual Pro
[email protected]

Revista Virtualpro
Publicación virtual académico-científica, indexada a nivel Latinoamérica. Presenta la información de una forma innovadora a través de documentos hipertexto, multimedia e interactivos que complementan el proceso de enseñanza-aprendizaje en diferentes programas académicos relacionados con procesos industriales. Cuenta con un comité editorial y científico internacional ad honorem presente en diferentes países de Latinoamérica.