
Imagen / La superluna del 14 de noviembre de 2016. © Tomruen.
2025-09-05
Túneles en la Luna: ventanas al pasado geológico y al futuro de la exploración espacial
La Luna, satélite natural de la Tierra, ha sido objeto de observación, mitificación y estudio desde tiempos remotos. Con el desarrollo de la ciencia moderna y la exploración espacial, su superficie ha revelado secretos que transforman no solo el conocimiento astronómico, sino también las posibilidades de permanencia humana fuera del planeta. Entre los hallazgos más recientes y prometedores se encuentran los túneles subterráneos de origen volcánico, también llamados tubos de lava. Estas estructuras, formadas hace miles de millones de años, se han convertido en foco de atención debido a su potencial para albergar agua y para servir como refugios naturales frente a las duras condiciones de la superficie lunar.
La importancia de estos descubrimientos trasciende el ámbito geológico. Los túneles lunares podrían convertirse en elementos estratégicos para la exploración espacial, al ofrecer condiciones más estables que la superficie expuesta, en términos de temperatura, radiación y disponibilidad de recursos. Explorar su origen, sus características y sus posibles aplicaciones es, por tanto, un ejercicio de comprensión científica y de proyección hacia el futuro de la humanidad.
Descubrimiento de los túneles lunares
El reconocimiento de estas cavidades subterráneas no es reciente. Desde la década de los setenta, las misiones espaciales comenzaron a registrar indicios de estructuras que recordaban a los tubos de lava terrestres. En la Tierra, estos túneles se forman cuando la lava fluye bajo una corteza solidificada, dejando espacios vacíos tras la evacuación del material fundido. Los geólogos sospechaban que un proceso similar había ocurrido en la Luna, durante el intenso vulcanismo que dominó sus primeros miles de millones de años.
La confirmación de su existencia llegó gracias a la combinación de observaciones satelitales, mediciones de radar y análisis de imágenes de alta resolución. En los últimos años, misiones como la japonesa Kaguya y la estadounidense Lunar Reconnaissance Orbiter han revelado aperturas superficiales que conducen a vastos sistemas subterráneos. Estos “skylights”, o tragaluces, son colapsos del techo de los túneles que exponen entradas naturales hacia el interior.
Un hallazgo particularmente relevante ocurrió en 2024, cuando se anunció la identificación de un túnel de dimensiones considerables, de unos 45 metros de ancho y 80 metros de largo, accesible desde la superficie. Este descubrimiento no solo validó hipótesis previas, sino que amplió la visión de los túneles lunares como posibles escenarios para la exploración y la colonización.
La posibilidad de albergar agua
Uno de los aspectos más intrigantes del estudio de los túneles lunares es su posible relación con la presencia de agua en la Luna. La búsqueda de agua en cuerpos celestes constituye un eje fundamental en la investigación planetaria, tanto por su papel en la comprensión de los procesos geológicos como por su importancia estratégica para la vida humana y la producción de combustible espacial.
Se ha detectado agua en forma de hielo en regiones polares de la Luna, principalmente en cráteres permanentemente sombreados. Sin embargo, los túneles de lava presentan una oportunidad adicional: al encontrarse bajo la superficie, mantienen condiciones de sombra permanente que podrían haber permitido la preservación de hielo durante millones de años. Las bajas temperaturas y la protección frente a la radiación solar convierten a estas cavidades en reservorios potenciales de volátiles.
El hallazgo de agua en túneles lunares tendría profundas implicaciones. Por un lado, facilitaría la comprensión del ciclo del agua en la Luna y del transporte de moléculas en cuerpos celestes sin atmósfera significativa. Por otro, abriría la puerta a la utilización de recursos in situ para futuras misiones. El agua no solo es vital para la supervivencia humana, sino que, mediante procesos de electrólisis, puede descomponerse en oxígeno e hidrógeno, elementos clave para la respiración y el combustible de cohetes.

Túneles lunares como refugios habitables
Más allá de la posibilidad de contener agua, los túneles lunares se han convertido en objeto de debate sobre su potencial habitabilidad. La superficie de la Luna es un entorno extremadamente hostil: las temperaturas varían de manera drástica entre el día y la noche, alcanzando hasta 127 °C bajo la luz solar y descendiendo a -173 °C en la oscuridad. A ello se suma la constante exposición a radiación cósmica y solar, y a los impactos de micrometeoritos.
Los túneles de lava ofrecen una solución natural a estos desafíos. Sus paredes rocosas actúan como un escudo frente a la radiación y los impactos, mientras que su ambiente interior presenta temperaturas mucho más estables. Estudios recientes han demostrado que, a pocos metros bajo la superficie lunar, las variaciones térmicas se reducen drásticamente, manteniéndose en un rango cercano a los 17 °C. Este dato es fundamental, ya que permite imaginar hábitats en condiciones similares a las terrestres, sin requerir estructuras de aislamiento extremo.
La habitabilidad de los túneles no se limita a la protección. Estas cavidades podrían convertirse en espacios aptos para el desarrollo de bases científicas o incluso colonias permanentes. La construcción en el interior de túneles reduciría la necesidad de transportar materiales desde la Tierra, y permitiría aprovechar directamente las condiciones del terreno lunar. Además, la posibilidad de establecer sistemas cerrados de producción de oxígeno, agua y alimentos en estos refugios plantea un escenario factible de sostenibilidad a largo plazo.
Retos y perspectivas científicas
A pesar de las expectativas, los túneles lunares plantean numerosos retos. El primero de ellos es el acceso: aunque se han identificado posibles entradas, aún se requiere desarrollar tecnologías de exploración capaces de adentrarse en estas cavidades sin riesgo. Robots especializados, equipados con sistemas de movilidad adaptados a terrenos irregulares, serán esenciales en las primeras incursiones.
Otro desafío es el estudio detallado de su estructura y estabilidad. Comprender la resistencia de las paredes, la posibilidad de colapsos y la dinámica térmica interna resulta crucial antes de considerar su uso como hábitats humanos. También se plantea la necesidad de evaluar la interacción entre los túneles y los posibles depósitos de agua, para determinar si estos recursos son explotables de manera segura.
En el ámbito científico, los túneles lunares constituyen un archivo natural del pasado geológico del satélite. Sus paredes pueden conservar huellas de los procesos volcánicos primitivos, de la evolución de la corteza lunar y de la interacción con la radiación cósmica. Su estudio detallado permitiría no solo entender mejor la historia de la Luna, sino también comparar procesos geológicos con los de la Tierra y otros planetas.
Las perspectivas futuras incluyen misiones robóticas de exploración subterránea y, eventualmente, la instalación de instrumentos científicos permanentes en el interior de estas cavidades. La posibilidad de contar con bases lunares subterráneas no es solo una visión de ciencia ficción, sino un proyecto que avanza en los planes de agencias espaciales como la NASA y la JAXA, así como en iniciativas privadas que proyectan la explotación de recursos en la Luna.
El estudio de los túneles lunares representa una intersección fascinante entre geología, astrobiología y exploración espacial. Estas estructuras, originadas en el pasado volcánico del satélite, han pasado de ser simples curiosidades geológicas a convertirse en piezas estratégicas del futuro humano en el espacio. Su potencial para albergar agua y su capacidad para ofrecer refugios naturales frente a la hostilidad del entorno hacen de ellos un recurso invaluable para la expansión más allá de la Tierra.
Si bien aún quedan numerosos desafíos tecnológicos y científicos por superar, los túneles lunares se perfilan como uno de los escenarios más prometedores para la consolidación de la presencia humana en la Luna. Constituyen, en última instancia, un recordatorio de que la exploración espacial no solo se proyecta hacia el cielo estrellado, sino también hacia los misterios ocultos bajo la superficie de los mundos que nos rodean.
Para saber más…
Si desea ampliar sus conocimientos sobre exploración espacial, puede consultar la edición 828 de la Revista Virtualpro: Ingenierías en el espacio.
Referencias
El Confidencial. (2024, 15 de julio). Científicos confirman la existencia de túneles ocultos en la Luna: ¿será suficiente para vivir allí?
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2024-07-15/luna-tuneles-colonias-cientificos-1qrt_3924997/
El País. (2024, 16 de julio). Descubierta una cueva en la Luna tan grande como para alojar una base humana.
https://elpais.com/ciencia/2024-07-16/descubierta-una-cueva-en-la-luna-tan-grande-como-para-alojar-una-base-humana.html
Independent en Español. (2024, 17 de julio). Los túneles lunares parecen un descubrimiento alentador, pero ¿no hemos aprendido nada de la ciencia ficción?
https://www.independentespanol.com/opinion/nasa-tuneles-luna-ciencia-ficcion-b2581496.html
NASA/GSFC/Arizona State University. (2024). Lunar collapse pits.jpg. [Imagen]. Wikimedia Commons.
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:Lunar_collapse_pits.jpg&oldid=910884227
Tomruen. (2024). Supermoon Nov-14-2016-minneapolis.jpg. [Imagen]. Wikimedia Commons.
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:Supermoon_Nov-14-2016-minneapolis.jpg&oldid=914891488
Felipe Chavarro
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