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Los ácidos grasos poliinsaturados y la salud humana: una clave para el equilibrio nutricional moderno en asociación con compuestos polifenólicos de fuentes alimenticias

Autores: Mititelu, Magdalena; Lupuliasa, Dumitru; Neacu, Sorinel Marius; Olteanu, Gabriel; Busnatu, tefan Sebastian; Mihai, Andreea; Popovici, Violeta; Mru, Nicoleta; Boroghin, Stelua Constana; Mihai, Sebastian; Ioni-Mîndrican, Corina-Bianca; Scafa-Udrite, Alexandru

Idioma: Inglés

Editor: MDPI

Año: 2024

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Acceso abierto

Artículo científico


Categoría

Tecnología e Industria de alimentos

Licencia

CC BY-SA – Atribución – Compartir Igual

Consultas: 23

Citaciones: Sin citaciones


Descripción
Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) son elementos dietéticos vitales que desempeñan un papel significativo en la nutrición humana. Son muy apreciados por sus contribuciones positivas a la salud general y el bienestar. Más allá de que proporcionan un suministro sustancial de energía al cuerpo (un papel que también pueden desempeñar las grasas saturadas), estos ácidos grasos insaturados y, especialmente, los esenciales, están involucrados en la estructura de la membrana celular, la regulación de la presión sanguínea y la coagulación; participan en el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y la asimilación de vitaminas liposolubles; influyen en la síntesis de sustancias pro y antiinflamatorias; y protegen el sistema cardiovascular. Las dietas modernas como la occidental y la estadounidense son ricas en grasas saturadas que se encuentran especialmente en productos de comida rápida, dulces y alimentos procesados, un hecho que ha llevado a un aumento en la prevalencia de enfermedades metabólicas en todo el mundo (obesidad, diabetes tipo II, gota, enfermedad cardiovascular). Los nutricionistas han llamado la atención sobre el consumo moderado de grasas saturadas y la necesidad de aumentar la ingesta de grasas insaturadas en detrimento de las saturadas. Este documento examina los roles bioquímicos de las grasas poliinsaturadas, especialmente los ácidos grasos esenciales, y contrasta sus beneficios con los efectos perjudiciales de la sobreingesta de grasas saturadas. Además, destaca la necesidad de cambios dietéticos hacia una mayor ingesta de AGPI para mitigar la carga global de problemas de salud relacionados con la dieta. La coexistencia de AGPI y polifenoles en alimentos de origen vegetal resalta la sofisticación del diseño de la naturaleza. Estos compuestos bioactivos no están distribuidos al azar, sino que están presentes en alimentos que los humanos han consumido juntos históricamente. Desde dietas tradicionales como la mediterránea, que combina el aceite de oliva (AGPI y polifenoles) con verduras y legumbres, hasta las cocinas asiáticas que combinan semillas de sésamo con cúrcuma, las prácticas culturales han aprovechado durante mucho tiempo esta sinergia natural.

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