Las cabras son una fuente vital de alimento e ingresos para las personas que viven en entornos difíciles, particularmente en regiones montañosas y secas. En Omán, una raza única de cabra vive en la cordillera de Jabal Akhdar, donde las temperaturas pueden caer por debajo del punto de congelación y la vegetación es escasa. Estas cabras son conocidas por su capacidad para sobrevivir y crecer bien en tales condiciones difíciles, pero se sabe poco sobre los rasgos genéticos que les ayudan a hacerlo. En este estudio, examinamos la composición genética de estas cabras para entender cómo se han adaptado a su entorno a lo largo del tiempo. Buscamos signos de endogamia y exploramos qué genes pueden ser responsables de ayudar a las cabras a adaptarse a los bajos niveles de oxígeno, la escasez de alimentos y las extremas temperaturas. También comparamos sus patrones genéticos con otras razas de cabras adaptadas al desierto de Egipto. Nuestros resultados identificaron regiones genéticas clave que pueden desempeñar un papel en rasgos como el crecimiento, la reproducción y la resistencia al estrés ambiental. Esta información es valiosa para diseñar programas de cría que preserven y mejoren estas razas locales de cabras. Comprender cómo los animales se adaptan a condiciones difíciles puede ayudar a las comunidades a criar ganado altamente productivo y garantizar la seguridad alimentaria en climas desafiantes.