Aspergillus fumigatus sigue siendo un importante patógeno respiratorio en las aves. En las aves de corral, la infección por A. fumigatus puede provocar importantes pérdidas económicas, especialmente en la producción de pavos. A. fumigatus se desarrolla y esporula fácilmente en camas de mala calidad o en piensos contaminados en el interior de las granjas. La ventilación inadecuada y las condiciones polvorientas aumentan el riesgo de exposición de las aves a las esporas aerosolizadas. Los casos agudos se observan en animales jóvenes tras la inhalación de esporas, causando una elevada morbilidad y mortalidad. La forma crónica afecta a aves de más edad y parece más esporádica. El tracto respiratorio es el lugar primario de desarrollo de A. fumigatus, lo que provoca una grave dificultad respiratoria y una neumonía y airsacculitis granulomatosa asociadas. No existen tratamientos para las aves de corral infectadas, por lo que la prevención es la única forma de protegerlas. El desarrollo de modelos aviares de aspergilosis puede mejorar nuestra comprensión de su patogénesis, que sigue siendo poco conocida.