La congestión del tráfico se debe en gran medida a la elevada proporción de conductores solitarios durante las horas punta. El uso compartido de vehículos, en el sentido de carpooling, ha surgido como un modo de viaje con el potencial de reducir la congestión mediante el aumento de las tasas medias de ocupación de vehículos y reducir el número de vehículos durante los períodos de desplazamiento. En este estudio, proponemos un marco de optimización basado en la simulación para explorar el potencial de subvencionar a los usuarios de viajes compartidos, conductores y pasajeros, con el fin de mejorar el bienestar social y reducir la congestión. Centramos nuestra atención en un estudio de caso realista representativo de los desplazamientos matutinos en la autopista M4 de Sídney (Australia). Sintetizamos un modelo de red y datos de demanda de viajes de fuentes de datos abiertas y utilizamos un modelo logístico multinomial para capturar las preferencias de los usuarios a través de diferentes roles de viaje, incluyendo conductores solitarios, conductores de viajes compartidos, pasajeros de viajes compartidos y una opción de reserva que no contribuye a la congestión en la red de autopistas. Utilizamos un modelo de transmisión de enlaces para simular la congestión del tráfico en la red de autopistas e incorporamos un algoritmo de punto fijo para equilibrar la elección de modo de los usuarios a largo plazo dentro del marco de optimización basado en simulación propuesto. Nuestros resultados numéricos revelan que los incentivos para compartir coche pueden mejorar el bienestar social y reducir la congestión. Sin embargo, observamos que proporcionar demasiados subsidios a los usuarios de viajes compartidos puede aumentar los niveles de congestión y, por tanto, ser contraproducente desde el punto de vista del rendimiento del sistema. También investigamos el impacto de las tasas de transacción a una plataforma de transporte compartido de terceros sobre el bienestar social y la congestión del tráfico. Observamos que el aumento de la tasa de transacción para los pasajeros de viajes compartidos puede ayudar a mitigar los efectos de la congestión al tiempo que mejora el bienestar social en el sistema.