Se prepararon nanoemulsiones utilizando emulsionantes con distintos tamaños de grupos hidrófilos e hidrófobos para determinar el impacto de las características interfaciales en la estabilidad del α-tocoferol incorporado a las nanoemulsiones. La concentración de α-tocoferol remanente tras 3 semanas de almacenamiento a 25°C dependía en gran medida del tipo de estrés oxidativo, lo que indicaba que el entorno que rodeaba a las gotitas de aceite podía determinar la estabilidad del α-tocoferol en las nanoemulsiones. El α-tocoferol se degradó gradualmente por oxidación mediada por radicales durante el almacenamiento, y aproximadamente el 60% de su concentración inicial permaneció tras 3 semanas de almacenamiento. Sin embargo, bajo la oxidación mediada por ácido y hierro, la concentración de α-tocoferol disminuye abruptamente durante los 3 días iniciales de almacenamiento, pero la tasa de degradación del α-tocoferol disminuyó después de 3 días de almacenamiento y más del 90% del α-tocoferol inicial permaneció después de 3 semanas de almacenamiento. Curiosamente, y en contra de nuestras expectativas, el grosor y/o la densidad de la membrana interfacial de las gotas rara vez afectaron a la estabilidad del α-tocoferol incorporado a las nanoemulsiones. Aunque es difícil generalizar más allá del α-tocoferol, concluimos que las propiedades de las superficies de las gotas de aceite no influyeron en la estabilidad de almacenamiento del α-tocoferol encapsulado en las gotas.