La irradiación de alimentos es un método comprobado comúnmente utilizado para mejorar la seguridad y calidad de la carne. Esta tecnología reduce de manera efectiva el crecimiento de microorganismos como virus, bacterias y parásitos. También aumenta la vida útil y calidad de los productos al retrasar el deterioro y reducir el crecimiento de microorganismos. La irradiación no afecta las características sensoriales de las carnes, incluido el color, sabor y textura, siempre que se utilice la dosis apropiada. Sin embargo, su influencia en los aspectos químicos y nutricionales de la carne es compleja, ya que puede alterar aminoácidos, ácidos grasos y vitaminas, así como generar radicales libres que causan oxidación de lípidos. Varios factores, incluida la dosis de irradiación, el tipo de carne y las condiciones de almacenamiento, influyen en el impacto de estos cambios. La irradiación también puede afectar las propiedades físicas de la carne, como la ternura, textura y capacidad de retención de agua, lo cual depende de la dosis. Mientras que las dosis bajas de irradiación potencialmente mejoran la ternura y textura, las dosis altas afectan negativamente estas propiedades al causar desnaturalización de proteínas. Esta investigación también explora los aspectos regulatorios y de percepción pública de la irradiación de alimentos. Aunque la irradiación está autorizada y controlada en muchos países, su aplicación es controvertida y suscita preocupaciones entre los consumidores. La irradiación de alimentos es confiable para mejorar la calidad y seguridad de la carne, pero sus implicaciones en las propiedades químicas, físicas y nutricionales de los productos deben considerarse al determinar la dosis y uso apropiados. Por lo tanto, se necesita más investigación para comprender mejor las implicaciones a largo plazo de la irradiación en la carne y abordar las preocupaciones de los consumidores.