Las raíces y tubérculos feculentos desempeñan un papel fundamental en la dieta humana. Existen numerosas raíces y tubérculos que conforman una extensa biodiversidad incluso dentro de una misma ubicación geográfica. Por lo tanto, añaden variedad a la dieta, además de ofrecer numerosos beneficios nutricionales y para la salud, como actividades antioxidantes, hipoglucémicas, hipocolesterolemiantes, antimicrobianas e inmunomoduladoras. Varios componentes bioactivos, como los compuestos fenólicos, las saponinas, las proteínas bioactivas, los glicoalcaloides y los ácidos fíticos, son responsables de los efectos observados. Muchos tubérculos amiláceos, a excepción de la patata común, el boniato y la yuca, aún no se han estudiado a fondo por sus beneficios nutricionales y para la salud. En los países asiáticos, algunos tubérculos comestibles se utilizan también como medicina tradicional. Con los tubérculos se pueden preparar diversos alimentos y también pueden utilizarse en aplicaciones industriales. El procesamiento puede afectar a las bioactividades de los compuestos constituyentes. Los tubérculos tienen un inmenso potencial como alimentos funcionales e ingredientes nutracéuticos para la reducción del riesgo de enfermedades y el bienestar.